Se recomienda visitar al dentista por primera vez al completarse la primera dentición, en torno a los dos años. No obstante, puede hacerse con la erupción de los primeros dientes. Y, por supuesto, ante cualquier problema que surja en esos primeros dientes o en la erupción de los mismos. 

Además, esa primera visita al odontólogo resulta muy útil como toma de contacto con el odontólogo, para crear confianza, con el fin de evitar futuros miedos o temores que surgen en algunos pacientes o niños, sobre todo cuando requieren de algún tipo de tratamiento.

Lo ideal es acudir como mínimo una vez al año para hacer una revisión completa y mantener el buen estado de salud bucodental. Hay pacientes que requieren más revisiones anuales en función de sus necesidades. Será tu dentista quien te guiará en el seguimiento que debes hacer.

La mejor manera de sustituir una pieza dental perdida (por caída o extracción) es mediante la colocación de un implante. Se trata de sustituir la raíz del diente mediante la inserción de una especie de tornillo en el hueso para posteriormente sustentar una corona ( la pieza dental ) con la anatomía y morfología similar al diente perdido. El tornillo se une al hueso biológicamente mediante un proceso llamado osteointegración. Esta técnica permite que el implante y la corona parezcan un diente más del paciente. Es el tratamiento más duradero y fiable.  

Los implantes dentales no tienen por qué doler .Para la cirugía siempre se utiliza anestesia local. La anestesia que se usa para colocar un implante es la misma que para tratar una caries con lo que la ausencia de dolor durante el tratamiento es total.

El blanqueamiento dental es un tratamiento estético que busca aclarar el color de los dientes, confiriendo un aspecto más brillante y con más luz a la sonrisa.

Este tratamiento no está indicado para personas con sensibilidad dental habitual ya que el tratamiento incrementa dicha sensibilidad, sólo debe realizarse en bocas totalmente sanas que acuden regularmente a revisiones y limpiezas. 

También se debe saber que después del blanqueamiento se deben seguir unas pautas de cuidados, no comer ni beber nada que pueda teñir los dientes, tal como café, té, vino, frutos rojos y bebidas carbonatadas entre otros.

Sin duda alguna, ambas tienen su lado bueno y su lado malo. 

En cuanto a la ortodoncia convencional o brackets, se trata de un tratamiento para corregir la alineacion de los dientes y la mordida mediante pequeños elementos metalicos fijados en la superficie del diente y están conectados por alambres y bandas elásticas. Mediante la aplicación de presión gradual en ellos es como se dirige el movimiento dental a la posición deseada. 

La ortodoncia invisible trabaja mediante la colocación de ataches en los dientes y mediante una secuencia de férulas transparentes, que son las que ejercen dicha presión para corregir la posición. Estas férulas se cambian periódicamente y la mayor ventaja, ademas de que son casi imperceptibles, es que se pueden quitar para comer con comodidad y tener un correcto control de la higiene durante el tratamiento.